Un hombre en Cleveland, Texas, en Estados Unidos, fue a la casa de sus vecinos de al lado con un fusil y abrió fuego sobre ellos, asesinando a cuatro personas, entre ellas un niño de ocho años, al parecer todos de nacionalidad hondureña, informaron las autoridades este sábado.
De acuerdo al reporte, la familia le había pedido al hombre enfurecido que dejara de disparar en su patio porque el ruido no les permitía dormir.
El individuo llamado Francisco Oropeza, de 38 años, estaba en la puerta de su casa haciendo prácticas de tiro con su rifle semiautomático AR-15, la versión para civiles de una de las armas estándares de las Fuerzas Armadas estadounidenses y el tipo de arma más común en las matanzas que cada vez con más frecuencia azotan al país.
Posterior al crimen, el hombre se dio a la fuga, mientras que las cinco víctimas murieron por disparos «propios de una ejecución», según las autoridades.
El oficial agregó que había 10 personas en la casa y que nadie más resultó herido. Dos de las víctimas estaban tendidas sobre dos niños en el interior de la vivienda.
Según las autoridades, el presunto asesino, que sigue en paradero desconocido, se encontraba presumiblemente en estado de embriaguez.
Tres de las víctimas son mujeres. No se dio a conocer sus nombres. Tenían entre 8 y 40 años.
Las autoridades habían ido anteriormente a la casa del sospechoso, dijo el comisario. “Agentes habían ido a hablar con él sobre eso de disparar su arma en el patio”, acotó.
Capers señaló que algunos en la casa se habían mudado desde Houston días atrás, pero no sabía si pensaban asentarse ahí.
Fuente: AP
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