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“UNA PELIGROSA TENDENCIA” Especialistas advierten sobre los efectos negativos en el cerebro de los niños y adolescentes por la exposición excesiva a las pantallas

Cada vez aumenta el riesgo de los efectos negativos por la cantidad de horas que los niños y adolescentes se encuentran expuestos a pantallas, es por ello que los expertos advierten sobre la necesidad de tomar medidas urgentes que, si bien es cierto no van a eliminar su uso, contribuyan a reducir el tiempo de uso.

Al respecto, recientes estudios independientes determinaron una cadena de efectos negativos que genera la excesiva exposición a la televisión, videojuegos, redes sociales y herramientas móviles sobre el cerebro de los niños, niñas y adolescentes, entre ellos los realizados por dos neurocientíficos franceses, Michel Desmurget y Stanislas Dehaene.

Desmurget, director de investigaciones del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica (Inserm) de Francia, aseguró que los denominados “nativos digitales son los primeros niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres”.

Este autor del libro “La Fábrica de Cretinos Digitales”, indicó que la media de los niños de dos años dedica unas tres horas de exposición a aparatos electrónicos únicamente para recreación; mientras que los de ocho años permanecen cerca de cinco horas y los adolescentes por encima de siete.

La interacción con pantallas aumenta drásticamente durante la adolescencia, porque el desarrollo cerebral también se acelera a esa edad, cuando las redes neuronales se definen y consolidan durante la transición a la adultez.

El experto señala que en el lapso que va de los 2 a los 18 años, que “es el período más fundamental del desarrollo humano, nuestra descendencia derrocha en sus pantallas recreativas el equivalente a cerca de 30 años escolares”.  

En ese sentido, alertó a los padres y representantes respecto a las secuelas desencadenadas por la utilización inadecuada de los equipos digitales para sus hijos. 

“Estas herramientas mal usadas dañan el cerebro, deterioran el sueño, afectan el éxito académico, perjudican la concentración, aumentan el riesgo de obesidad y más”, advirtió.

Por su parte, el profesor en el Collège de France y director de la Unidad de Neuroimagen Cognitiva en el INSERM de París, Stanislas Dehaene, concuerda con Desmurget al aseverar que en ciertos puntos la sociedad “está evolucionando en una dirección incompatible con las necesidades del cerebro.

“La necesidad de contacto social y comunicación, en particular para los niños pequeños (…) es una tendencia muy peligrosa”, sentenció.

Expresó, que entre los efectos más nocivos de las pantallas está el daño a la capacidad de comunicación en los niños.

En una entrevista al diario El País, Dehaene detalló que existen pruebas de que los niños pequeños necesitan estar expuestos al lenguaje desde los primeros 18 meses de vida, de lo contrario “sufrirán atrofias que duran para toda la vida”.

“Esto es un fuerte mensaje para los padres, porque muchos están siendo atrapados por sus teléfonos y no les hablan suficiente a sus hijos”, enfatizó.

A juicio de Desmurget, las relaciones que crean los niños, niñas y adolescentes con seres queridos y allegados son más sustanciosas para el cerebro que invertir tiempo en dispositivos digitales.

En su opinión, el tema no está en demonizar lo digital o contradecirlo en general, sino darle un uso racional, por lo que sugirió un tiempo de permanencia en aparatos que pueden ir desde 30 minutos a 1 hora diaria para niños mayores de seis años. Impedir las pantallas en la mañana, antes de salir a la escuela; en las noches, antes de acostarse e incluso en la comida.

Fuente: El País