El avance de la investigación del caso por la muerte del cantante Tirone González, mejor conocido como “Canserbero”, ocurrida en 2015, luego de ser reabierto por el Ministerio Público (MP), arrojó nuevos datos que contrarrestan las primeras versiones que apuntaban hacia el móvil del suicidio.
El fiscal general del chavismo, Tarek Wiliam Saab, precisó en el podcast de Nicolás Maduro que desde los primeros días en que retomaron las averiguaciones, encontraron “inconsistencias en la forma como él aparece en las fotografías de cuando cae”.
Detalló que “es como si él (Tirone) estuviese durmiendo, y eso es imposible cuando alguien cae de un décimo piso. Vimos fracturas del lado derecho, pero notamos que había cuatro heridas punzo penetrantes en el lado izquierdo previas a la caída”.
Saab explicó que para esta experticia los investigadores se basaron en las huellas de las ventanas, las cuales, en principio supuestamente correspondían al artista; no obstante, la investigación ha determinado que no eran las de Canserbero.
El fiscal indicó que, adicionalmente, se realizó una autopsia psiquiátrica, todo el entorno fue entrevistado nuevamente, tanto sus familiares, como amigos y “nadie dio un indicio de que el pudiera tener una enfermedad un trastorne mental.
Dijo que lo más grave fue lo que se determinó a partir de la reconstrucción de la caída libre y afirmó que “es mentira que él se levanta de puntillas, se monta en el lugar y salta, porque cuando se hace una simulación el cuerpo no cae, como él cayó”.
El titular del MP precisó que, al simular los hechos con un muñeco idéntico en tamaño y peso, se desmontó que él cayó de la forma en que apareció en las fotografías fijadas del expediente, en las cuales se observa el cuerpo de Canserbero “boca arriba, como si estuviera dormido”, lo que “es imposible”.
Las indagaciones sobre el caso han revelado que “no hay un solo indicio de que él (Canserbero) usaba medicamentos para tratarse una esquizofrenia o una depresión” y explicó que ninguno de los entrevistados dio indicio de que sufriera de un trastorno mental, tal como habían alegado Guillermo Améstica y Natalia Améstica quienes eran managers del cantante, quienes afirmaron en su declaración inicial que González “mata” a su compañero Carlos Molnar y “luego se suicida”.
«Ocultaron el caso»
El fiscal señaló que el caso del joven rapero fue ocultado por la Fiscalía para entonces y recordó que cuando estaba al frente de la Defensoría del Pueblo, impulsó la búsqueda de “una línea de investigación diferente a esa, ya que familiares dijeron que él no sufría esa enfermedad”.
Además, aseguró que la “fuerza física era limitada. Medía 1.65 metros, y tenía 64 kilogramos de peso. Carlos Molnar, al que él supuestamente asesinó, medía 1.80 y pesaba el doble que él”.
Comentó que en ese momento pidieron a la Fiscalía hacer la exhumación, la investigación de la caída, y experticias que implicaban estudios de hematología, pero que “más bien querían cerrar el caso con esa hipótesis del homicidio-suicidio. Incluso imputando a Tirone González (Canserbero)”.
Saab resaltó que la reciente investigación se ha realizado a cabalidad, con expertos forenses y la tecnología más moderna y de todo lo que implica una investigación científica.
Redacción LB/El Nacional
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