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Foto: Fabiana Rondón, Voz de América

“NO HAY CALIDAD EDUCATIVA” | 90% de los estudiantes de sexto grado en Venezuela no están listos para el bachillerato: FVM

El período escolar 2022-2023 «reprobó: el año. Así lo demostró un estudio realizado por la Federación Venezolana de Maestros (FVM) que, a través de una prueba aplicada a estudiantes de sexto grado, en colegios del Área Metropolitana de Caracas, Vargas y Miranda, comprobó que 90% de los niños y niñas no tienen las competencias necesarias para ser promovidos de grado, lo que genera “mayor deserción escolar”.

Carmen Teresa Márquez, presidenta de la FVM, explicó que los alumnos fueron evaluados en materias básicas como Matemática, Castellano, Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza. Además, denunció que el régimen obliga a los docentes a promover a los alumnos de grado sin tener las competencias necesarias.

“Los niños y niñas no están aprendiendo y están saliendo mal preparados de los colegios. No hay calidad educativa”, enfatizó Márquez, durante una rueda de prensa, este miércoles, 26 de julio.

La educadora manifestó que los resultados son consecuencia del horario especial, mejor conocido como “horario mosaico”, una modalidad adoptada por los docentes con el permiso de las zonas educativas, que consiste en asistir menos días a las instituciones educativas para dedicarse a otras actividades que les generen mayores ingresos económicos.

Brecha educativa

Aunque la evaluación de la FVM no se aplicó a otros grados, la muestra es un indicador importante debido a que la mayoría de planteles públicos del país asistieron a clases bajo esta modalidad en la que, con suerte, los estudiantes tenían clases tres veces por semana.

Márquez señaló que en estados como Portuguesa, 50 % de los colegios trabajan en horario mosaico y en otros como Barinas, no hubo clases en absoluto.

“Creo que ahí se perdió el año. Ahí el Gobierno tiene que responderle a los padres el por qué no hubo clases en Barinas”.

Responsabilizó al régimen de Nicolás Maduro por los resultados de este fallido período escolar 2022-2023 en el que, a su juicio, no hubo calidad educativa para las escuelas públicas del país.

“Queremos que los niños pobres estudien, que los niños de las zonas populares puedan tener clases en septiembre, pero usted, Gobierno, garantice la educación del pueblo venezolano”, reiteró la docente.

Mal estado de las instituciones

Por otra parte, Márquez expuso que más de 60 % de las escuelas están en situaciones deplorables y criticó que las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud (Bricomiles) no han cumplido con su meta. “Las escuelas no cuentan con servicios públicos eficientes, no tienen material didáctico, ni recursos tecnológicos”.

Márquez enfatizó que el período escolar 2022-2023 es, a su juicio, “el peor de la historia de Venezuela”.

La FVM ratificó que seguirán en las calles para exigir salarios justos y reivindicaciones laborales. “La excusa del Gobierno para no aumentar el salario y no firmar la convención colectiva es que no tienen recursos, cuando es sabido que los recursos que obtiene el estado por la explotación del suelo, debe ser invertido en educación y salud. No se está pidiendo nada que no esté en la ley. El Gobierno está obligado a invertir en la educación”, dijo.

Indicó que, si no tienen respuestas en materia salarial, las protestas seguirán en septiembre e instaron a los padres, representantes y sociedad civil a unirse a su lucha.

“El Ejecutivo Nacional debe garantizar educación de calidad para todos, lo cual no puede darse con un maestro devengando salarios de hambre y sin ningún tipo de seguridad social”, reiteró.

Recordó que la Canasta Alimentaria Familiar hecha por el Centro de Documentación y Análisis Social (CENDAS-FVM) del mes de junio presentó un déficit de 94,5%, por lo que un docente necesita 18,27 salarios mínimos promedio para adquirir dicha canasta.

Aseveró que además de las acciones de calle, se reunirán con instancias internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y “todas las organizaciones que haga falta” hasta lograr mejoras, no solo a nivel económico, sino también en la calidad de vida de los educadores.

A quienes les solicitan que cesen las protestas y que se inicie un paro docente como medida de presión les explicó que, aunque no se descarta, “sería la última carta que usaremos los dirigentes sindicales. Una huelga se hace para ganar y no para fracasar. No olvidemos que, si hay huelga, no se trabaja y si no se trabaja, no se cobra, por lo que, aunque no se descarta, será nuestra última opción”.

(LB/Crónica Uno)