Los Benjamins

Información de último momento

¿HUMANOS SIENDO HUMANOS? Tala feroz de árboles en Caracas influye en las sofocantes temperaturas de los últimos días, advierten expertos

En Caracas hará más calor mientras menos árboles se mantengan de pie, es lo que advierten ambientalistas en septiembre de 2023. De hecho, aseguran que en sitios poco arbolados como La Carlota, Chuao o Las Mercedes, al este del área metropolitana, se perciben las altas temperaturas con mayor intensidad que en otros puntos.

«Se ha incrementado la temperatura enormemente y tiene que ver con la deforestación. De entrada, los árboles al tener copas, ramas y hojas, impiden que los rayos solares incidan directamente en el suelo. Ya por ahí, al haber una sombra por debajo del árbol, hay una disminución entre 5°C y 10°C», explicó Eduardo Cudisevich, ingeniero agrónomo y miembro de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle.

En las últimas semanas la capital venezolana ha registrado temperaturas entre 28°C y 31°C, informó el profesor Valdemar Andrade, investigador e ingeniero de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Septiembre será uno de los meses más calurosos del año 2023 y las altas temperaturas podrían registrarse hasta octubre, agregó.

«Cuando no hay árboles, la superficie del suelo y de las edificaciones están expuestos al sol y eso genera un efecto que se llama ‘Isla de calor’. Comienza una reacción del suelo hacia la atmósfera», explicó Andrade. Es decir, el pavimento se calienta al absorber la radiación y eleva la temperatura del aire.

La agresiva deforestación en los distintos municipios de la capital podrían pasarle factura a los caraqueños. Solo en 2014, la ONG Vitalis denunció que la ciudad posee un déficit de 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Y no hay cifras oficiales que indiquen cuántos árboles quedan actualmente en el Área Metropolitana.

Cudisevich advirtió que Caracas ha perdido la mitad de sus árboles en los últimos 30 años. Indicó que en Chacao apenas hay 7 mil ejemplares de 10 mil que tenían a principios de siglo.

La temperatura del aire en las ciudades usualmente es mayor que en espacios rurales, debido a la existencia de construcciones como las vías de asfalto. Es por ello que mientras más cerca se esté de entornos naturales con árboles (como El Ávila o El Parque del Este, por citar ejemplos) menos calor se sentirá.

Recientemente, un estudio publicado por la revista médica británica The Lancet, titulado «Enfriamiento de las ciudades a través de infraestructura verde urbana», estableció la relación entre el calor y la falta de árboles en urbes europeas y encontró que las áreas urbanas con árboles mostraron temperaturas incluso 4 veces más bajas que los espacios sin ellos. El informe final determinó que aumentar la cobertura de árboles al 30% enfriaría las ciudades en una media de 0,4°C.

La tala indiscriminada de árboles comenzó a agudizarse en Caracas a mediados del año 2021. En ese entonces, Ciudad Laboratorio denunció que 309 ejemplares habían desaparecido en cuatro de los cinco municipios del Área Metropolitana.

Jesús Delgado, investigador del Centro de Estudios Integrales del Ambiente de la UCV y profesor en el sector de acondicionamiento ambiental de la Facultad de Arquitectura, recordó que muchos ejemplares en la ciudad fueron plantados a mediados del siglo XX con un criterio paisajista y, en años posteriores, comenzaron a convertirse en un problema.

«¿Qué empezó a ocurrir? Que los árboles se han salido de sus espacios y comenzó una tala indiscriminada», explicó Delgado a Efecto Cocuyo. Agregó que, en distintos casos como el de la caoba, los árboles son talados para comercializar la madera en Caracas.

El criterio es erróneo, advierte el profesor, no solo porque son especies protegidas, sino porque la ciudad se vuelve cada año más caliente. «Los árboles son el elemento fundamental de refrigeración de la naturaleza, porque son capaces de procesar el viento seco y convertirlo en vapor de agua. Eso significa que, donde no hay árboles, se desertifica la zona. Caracas se caracterizaba como una de las ciudades más arboladas de América Latina», apuntó.

Cudisevich recordó que el Estado debe promover políticas de reemplazos de árboles en las diferentes ciudades. La principal tarea es listar los que pueden sembrarse en áreas urbanas y los que no. «Como son áreas públicas, la responsabilidad es de las alcaldías. Esto no lo puede asumir el vecino, como se han asumido tantas cosas en el país», puntualizó. Recordó que entre los beneficios de los árboles en las ciudades también encontramos:

-Aminoran el ruido de la ciudad.

-Protegen las construcciones arquitectónicas frente a la radiación solar.

-Son el refugio de fauna silvestre (aves, perezas, ardillas, etc.).

-Contribuyen a detener la proliferación de polvo.

-Purifican el aire, absorben el dióxido de carbono y liberan oxígeno. 

LB | Efecto Cocuyo