La expulsión de un niño de un colegio de Caracas por presentar diabetes 1 ha generado alarma y ha alertado sobre la necesidad de impulsar mecanismos que permitan manejar dicha condición en las instituciones educativas, así como en otros espacios, a través de la formación.
El caso, ocurrido el viernes 10 de noviembre, fue condenado por diversas organizaciones que brindan apoyo a las personas que padecen la enfermedad, tal es el caso de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, que ante lo ocurrido resaltó la importancia de dar a conocer los aspectos fundamentales del tratamiento y los eventos que pueden presentarse durante la jornada escolar.
La coordinadora de Guerreros Azules, una red de apoyo para padres y representantes de niños con diabetes tipo 1 en Venezuela, Martha Palma Troconis, explicó que la directiva del colegio se comunicó con la representante del niño para solicitar la gestión de un enfermero que pudiera acompañar al menor para tratar su condición de salud durante su estancia en el colegio, pero ella se negó.
La madre fue nuevamente citada a la unidad educativa para notificarle que su hijo sería “retirado” de la institución educativa.
Palma aseguró que la representante del niño no esperaba esta “decisión” y, en su lugar, imaginaba que había sido citada a la escuela para conversar sobre los arreglos de Navidad.
“A la madre le dijeron que no iban a aceptar más al estudiante. Fue algo muy inesperado y creemos que el mensaje que está dando la directiva es que lo que tiene el niño es tan grave que hasta ameritaba una expulsión, cuando no es así”, indicó Palma.
Alzan la voz
La repercusión que ha alcanzado este caso, elevado a la voz pública por Guerreros Azules, ha provocado que muchas madres hayan decidido hablar sobre las dificultades que enfrentan tanto familias como estudiantes cuando se tiene un diagnóstico de diabetes tipo 1 y se debe acudir al colegio.
Palma Troconis citó un caso legal en el que una madre fue citada a comparecer ante las oficinas de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y del Adolescente (Lopnna) luego de que el colegio considerara como “irregular” que la representante haya enseñado a su hijo a inyectarse insulina.
Formación necesaria
La activista consideró que la expulsión del niño no solo representa una acción ilegal por discriminación, sino que también arroja luces sobre la falta de empatía y capacitación en el sistema educativo para abordar las necesidades de los estudiantes con condiciones de salud crónicas.
Palma Troconis, la educación inclusiva y sin discriminación es necesaria, pero las directivas de los colegios deben aceptarla en primera instancia.
Guerreros Azules, en respuesta a este incidente, está trabajando activamente para remitir los casos hacia la asesoría legal para abogar por el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes con esta afección.
Fuente: El Diario
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