Los senadores republicanos Marco Rubio y Rick Scott de Florida instan a la administración Biden a designar al Tren de Aragua de Venezuela como una organización criminal transnacional en un nuevo esfuerzo por frenar la supuesta expansión de la pandilla en Estados Unidos.
De acuerdo a un artículo de Bloomberg, Rubio considera que si no se toman acciones de control, «se desatará un reinado de terror sin precedentes, que refleja la devastación que ya ha infligido en comunidades de Centro y Sudamérica”.
Apuntó que las autoridades no pueden permitir que las ciudades «se conviertan en campos de batalla para este tipo de organizaciones».
Bloomberg refiere que el crecimiento del grupo criminal está estrechamente relacionado con el éxodo de más de siete millones de venezolanos durante la última década.
Originarios de una prisión a 150 kilómetros de Caracas alrededor de 2012, los funcionarios de seguridad del gobierno venezolano ahora consideran a la pandilla la organización criminal más violenta del país, acusada regularmente de orquestar secuestros, tráfico de drogas y controlar franjas de los barrios marginales de la capital.
Asimismo, apunta que designar al Tren de Aragua como una operación criminal transnacional aumentaría la conciencia y desplegaría los recursos necesarios para limitar su expansión, afirma la carta. Junto a Rubio y Scott están los senadores Bill Cassidy, Shelley Moore Capito, Tim Scott y otros.
De acuerdo a datos manejados por la agencia, Colombia, Perú, Ecuador y Chile han expresado su preocupación por las operaciones del grupo durante los últimos seis años. El reciente asesinato de un exmiembro de las fuerzas armadas venezolanas en Chile presuntamente vinculado a la pandilla llevó al presidente chileno, Gabriel Boric, a afirmar el lunes que perseguirá a los miembros del Tren de Aragua “por cielo, mar y tierra” hasta que desmantelen su organización.
Aún así, la naturaleza fluida de la presencia y operaciones del Tren de Aragua es ampliamente malinterpretada, dijo Bram Ebus, analista de Crisis Group. Algunos grupos criminales que habitualmente reclutan a venezolanos vulnerables a lo largo de las rutas migratorias se esconden detrás del nombre del Tren de Aragua para engañar a los funcionarios de seguridad, mientras que otros aprovechan la tergiversación para obtener beneficios políticos, dijo Ebus.
“Existe un riesgo muy grande de catalizar la xenofobia hacia los venezolanos y categorizarlos como pertenecientes a estructuras criminales más grandes que realmente existen”, dijo.
Con información de Bloomberg
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