El avión de carga perteneciente a la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo finalmente despegó del Aeropuerto Internacional de Buenos Aires luego de haber estado retenido en el lugar desde junio de 2022. La aeronave, que llegó a Argentina con tripulantes venezolanos e iraníes sospechosos de espionaje, partió hacia Estados Unidos en respuesta a una solicitud de decomiso.
El avión, un 747-300M Dreamliner de carga que anteriormente perteneció a la empresa iraní Mahan Air y actualmente es propiedad de Emtrasur, una filial de la estatal venezolana Conviasa, despegó a la 1:30 am desde el Aeropuerto Internacional de Buenos Aires, ubicado en la localidad de Ezeiza. Cabe destacar que tanto Mahan Air como Conviasa están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La tripulación, conformada por cinco iraníes y 14 venezolanos, llegó a Argentina el 6 de junio de 2022 y fue inicialmente retenida por la Justicia. Sin embargo, posteriormente fueron puestos en libertad por falta de evidencia que los vinculara con el delito de financiación de actividades terroristas.
El avión había llegado a Argentina desde México y había realizado una escala en Venezuela. Después de dos días, partió nuevamente de Argentina con el fin de cargar combustible en Uruguay, pero tuvo que regresar a Ezeiza debido a la negativa del país vecino para autorizar su aterrizaje. A su regreso, la Justicia argentina ordenó inmovilizar la nave, pero los tripulantes fueron liberados.
La reclamación de Estados Unidos se basa en el hecho de que una entidad iraní sancionada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos transfirió el avión, que es de fabricación estadounidense, a una tercera parte, lo cual está prohibido según las sanciones impuestas.
La decisión de decomisar y entregar el avión retenido fue tomada por la Justicia argentina en base a un tratado suscrito entre Argentina y Estados Unidos, en el cual ambos países se comprometen a brindarse asistencia mutua, incluyendo la cooperación en solicitudes de registro, embargo y secuestro.
La decisión de la Justicia argentina generó una fuerte reacción por parte de las autoridades venezolanas, que exigieron la devolución inmediata de la aeronave. Argumentaron que el tratado entre Argentina y Estados Unidos no puede aplicarse a un tercer Estado y que viola las obligaciones asumidas en convenios multilaterales que establecen procedimientos para resolver este tipo de controversias.
Antes de la partida del avión, ocurrió un incidente confuso cuando el segundo de la embajada de Venezuela en Buenos Aires violó la seguridad de la aeronave al tomar fotografías el 6 de febrero, acompañado por un funcionario de la Administración Nacional de Aviación Civil. Como resultado, fue declarado persona non grata y tuvo que abandonar el país en las siguientes 48 horas.
Con información de EFE
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