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San Benito de Palermo danzó al ritmo de los chimbangleros durante la fervorosa procesión que Cabimas hace en su honor

“Al negrito van bailando al son de los chimbangleros y de ron lo van bañando todos los sanbeniteros”, reza una gaita de Gran Coquivacoa en honor a San Benito de Palermo que se escuchó antes de iniciar la procesión por las calles de la parroquia Ambrosio de Cabimas, en el estado Zulia, este martes 27 de diciembre.

San Benito de Palermo es copatrono del municipio Cabimas y desde 1962 sale en procesión dos veces al año: el 27 de diciembre y el 6 de enero, para que los devotos paguen sus promesas y hagan peticiones. El recorrido se extiende por 12 kilómetros en la parroquia Ambrosio y hace 70 paradas por puntos de promesa, mientras la imagen va sobre los hombros de sus cargadores y con tambores de 16 agrupaciones de chimbangueles. El 6 de enero recorrerá la parroquia La Rosa.

La misa de este martes estuvo presidida por monseñor Ángel Caraballo, obispo de la Diócesis de Cabimas, quien pidió salud y agradeció la presencia de los fieles después de dos años sin procesión debido al COVID-19. “El santo negro sale a la calle para bendecir a su pueblo, repícame tamborero que la fiesta ha comenzado. Todos estamos alegres y esperanzados, porque a pesar de las dificultades tenemos un Dios que nos ama incesantemente”, dijo.

Juan Hernández tiene 53 años y, desde que tenía 12 años, asiste a la procesión de San Benito. “Estar aquí cada año es una alegría para mí. Cumplo conmigo y mi familia, incluso con los que están lejos. Aquí pido por todos porque el negrito siempre nos cumple”, precisó. ¡Que viva San Benito!, gritaban los devotos de San Benito de Palermo antes de finalizar la eucaristía en su honor en las afueras de la Catedral de Cabimas.

Desde que San Benito sale de su nicho y hasta su regreso la alegría se hace sentir en el municipio Cabimas. A los devotos que asisten los mueve el agradecimiento, la tradición y la devoción. San Benito de Palermo es el primer santo negro canonizado por la Iglesia Católica. Según historiadores de Cabimas, su imagen fue traída por los frailes capuchinos en 1758, fecha de fundación de Cabimas.

LB / El Pitazo