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¡Oía voces que lo «molestaban»! En España venezolano terminó muerto y mutilado por el exnovio de su pareja (+20 años)

Un ciudadano español, identificado como Víctor A. I., fue sentenciado a 21 años tras asesinar al novio de su expareja, de nacionalidad venezolana, de 118 puñaladas. Según los reportes, el victimario, tras generar las lesiones en varias partes de su cuerpo, habría procedido a cortarle los genitales.

La decisión fue tomada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (Tsjc), que confirmó que el condenado deberá cancelar una indemnización de 187.000 euros a la pareja de la víctima y otros 119.000 a su familia, la cual se encuentra residenciada en Venezuela.

El hecho ocurrió el primero de junio de 2019 en el municipio de Moncada y Reixach, Cataluña. En aquella ocasión el condenado, de 26 años, se dirigió a un bar cercano a la residencia de su exnovia, identificada como Selene G., en una zona adyacente a la estación de Rodalies de Santa Maria.

En este lugar el hombre esperó que ella saliera con su nueva pareja. Con éste último acababa de retomar su relación, luego de haberla interrumpido unos meses, pues él se encontraba en Venezuela.

El sentenciado, al verlos, sacó un cuchillo de un bolso y procedió a atacar a la dama. Fue entonces cuando la víctima se interpuso en su camino, para protegerla. En este momento el hombre acuchilló a la víctima repetidas veces.

Tras caer en el suelo, el condenado aprovechó para sentarse sobre él para que no pudiera defenderse. De esta manera terminó generándole 118 heridas y le cortó los genitales.

Durante el juicio, el victimario habría afirmado que «padece de esquizofrenia paranoide» desde hace 16 años y que, para el momento del crimen, no se estaba medicando. También aseveró que la víctima estaba maltratando a su exnovia y que unas “voces interiores” le decían que lo matase.

Indicó que las voces lo «molestaban» y que por eso clavó el cuchillo, considerando que estaba haciendo «lo que tocaba».

Varios peatones que se acercaron fueron los que detuvieron al victimario. «Me sentía muy mal porque, la verdad, es que yo no me dedico a mtr a gente. Es la primera persona que he mtdo y no quiero volver a hacerlo», destacó el hombre.

(LB/El Mundo-ES)