¡Mano inquieta y aliento de tigre!: Los «superpoderes» de Carlos Méndez, CEO de EVTV buscado por el régimen y repelido por mujeres que lo acusan de «tocón»

El talento de EVTV Miami respira profundo cuando Carlos Méndez se acerca a saludar; si es mujer, se aparta un poco y se prepara para un mimo indeseado del jefe mayor del canal, pues además de la fuerte halitosis que padece, este señor es mejor conocido en el medio como “tocón”.

Una modelo y presentadora venezolana cuyo nombre pidió no ser revelado, detalló para Los Benjamins su desagradable experiencia con este señor. Según sus declaraciones, muchas veces sintió cómo Méndez la besó en la mejilla en dos oportunidades y le agarró una pierna durante una recepción del canal, sin mencionar las veces en las que “accidentalmente” le pasó la mano por sus glúteos.

Esta mujer, quien se quejó del fétido aliento de “tigre” de Méndez, aseguró que en reiteradas oportunidades le propuso encuentros sexuales para posicionarla como ancla estrella de su canal. Durante una de sus salidas, Méndez le habría dicho, un poco pasado de tragos, que los honorarios profesionales no eran un problema puesto que cuidar dinero ajeno tenía un costo muy alto para sus dueños.

Ya habíamos hablado también de la mala costumbre que tiene Méndez de no honrar sus deudas en Miami, algo que resulta contradictorio para algunos, puesto que no se explica cómo puede tener tanto dinero propio y de los Salas Römer guardado, y ser mala paga. Se puede, que lo diga el dueño del restaurante Casa Luis Steakhouse & Bar en Doral a quien le quedó debiendo unos $8.000 en consumos por intercambio publicitario.

A este personaje se le conoce como el “chulo mayor” y uno de los que más prebendas obtuvo del gobierno interino de Juan Guaidó; una “beca” de aproximadamente $300 mil dólares mensuales que percibía hasta que el interinato se acabó, parte de esa “ayuda humanitaria” que parece haberse distribuido alrededor de mundo menos en el pueblo venezolano.

En todo caso, la carrera de testaferro de Méndez desde los anales del gobierno de los Salas Römer en Carabobo es más que conocida. Lo nuevo es la fama de “sobón” que este sexagenario, adicto a las rumbas y derroche, no puede esconder, como tampoco el aliento de tigre que expele.

LB