¡Se compran misses! El harén de modelos VIP de Alejandro Betancourt y Francisco Convit pagadas con dinero robado de PDVSA y el SEN

Si tuviéramos que definir la política en Venezuela lo resumiríamos en dos palabras: ¡Se Compra!, así, sin más. Se compran funcionarios, se compran cargos, políticos, artistas, amores, lealtades y hasta religiones. Si todo esto cabe en el tablero de la Real Politik, ¿Por qué no puede entrar una corona? El bolichico Alejandro Betancourt lo sabe y se ha hecho experto en materia de misses.

La plata le sobra. El también primo de Leopoldo López vive en el Castillo de Alamín, ubicado en la provincia de Toledo, España, comprado con las escandalosas estafas de Derwick Associates; el dinero es quizás producto de las turbinas chatarra para El Guri importadas con CADIVI y que recordaremos siempre que haya un apagón.

A este castillo entró Déborah, una modelo venezolana que a mediados del 2022 tuvo una cita con Betancourt para conocerse mejor. El bolichico habría puesto los ojos sobre ella durante una fiesta del jet set venezolano en Madrid, un bacanal organizado por una ex Miss Earth Venezuela caída en desgracia en España por presunta trata de blanca en México. Sí, se trata de Ninoska Vásquez, quien también tuvo un romance con Francisco Convit.

“El asunto es sencillo, yo invierto en ti y tú me complaces a mí” fueron las palabras que le dijo Betancourt a Déborah, quien desde hace mucho busca patrocinio para despegar su carrera como Miss. Esta chica tiene 19 años, ha conocido “gente influyente” de la farándula venezolana, especialmente  modelos y misses pagadas por magnates enchufados que no se conforman con el dinero y poder; para esta gente siempre hay espacio para un pecado capital más: la lujuria.

Aunque este esquema va más allá del placer. El trasfondo es el blanqueo de capitales bajo la figura de patrocinio artístico a mujeres hermosas con potencial. Una vida lujosa y el derroche de capitales que están regados por paraísos fiscales, cual “muñecas de la mafia” son fundamentalmente el modus vivendi de estas jóvenes.

Se sabe que tanto Convit como Betancourt estarían invirtiendo capital robado de Venezuela en algunos concursos de belleza, entre ellos en Miss Venezuela; también hay información de una terrible enfermedad que uno de ellos padece, de la cual hablaremos en otra entrega.

Se calcula que el dinero robado de estos bolichicos asciende a 5 mil millones de dólares, suma que ha sido duplicado con los múltiples negocios que ambos emprenden en el exterior, entre ellos, el financiamiento de modelos y artistas.

¿Cuánto vale un reinado de belleza? ¿Hasta dónde llega la codicia? Pronto daremos más detalles de esta nueva forma de lavar dinero.

Redacción LB