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Desde «cupones» hasta pospago: Cantinas escolares se las ingenian para cobrar por sus productos sorteando la escasez de efectivo

Previo al cataclismo que sufrió la economía venezolana desde 2013, comprar en una cantina escolar era un proceso sencillo para cualquier estudiante. Solo debía recibir de sus representantes un par de billetes de baja denominación y entregarlos al vendedor a cambio de su par de empanadas o tequeñones.

Ahora las finanzas se gestionan desde un celular, con herramientas como Pago Móvil utilizadas para transferir fondos directamente desde las cuentas bancarias de los representantes, con los riesgos que esto implica.

Desde el otro lado de la acera, las cantinas han tenido que adaptarse para no morir. Se actualizaron rápidamente y adquirieron puntos de venta, habilitaron el pago móvil de sus cuentas bancarias y, en algunos casos, obtuvieron direcciones de Zelle.

Las soluciones no pasan únicamente por los medios de pago, sino por la creatividad de los sistemas implementados por la mayoría de las cantinas para mantener orden en su flujo de ventas. Esta creatividad se evidencia en colegios como La Salle La Colina, en Caracas, donde la cantina introdujo un sistema de pago por tickets en el cual el cliente paga un monto en dólares y recibe el equivalente en boletos de $1 o $2 a canjear por productos.

“La cantina comúnmente se maneja con créditos. Los padres abonan un dinero, sea por transferencia, por pago móvil o como sea y los estudiantes tienen un crédito. Es lo que se ha hecho en los últimos años, incluso antes de la pandemia. El pago móvil es el más usado. Todos los concesionarios de cantina tienen el pago móvil”, dijo Fausto Romeo, presidente de la Asociación de Institutos Educativos Privados (Andiep).

Esta tendencia se puede apreciar también en la operatividad de la cantina de Arnaldo Pérez, que tiene la concesión en un colegio de San Bernardino, en la ciudad capital. En su caso, los representantes establecen un límite de consumo en las cuentas que abren los estudiantes, para así no preocuparse por gastos excesivos.

LB / TalCual