Se desatan protestas en Panamá contra reformas constitucionales
El martes, la sede del órgano legislativo fue escenario de fuertes enfrentamientos entre policías y manifestantes, entre ellos miembros de la comunidad Lgbti, quienes intentaron irrumpir en el pleno para expresar su rechazo al método de elaboración y al contenido del texto.
Como parte del ambiente de confrontación, de forma airada Salazar se opuso a la entrada de los homosexuales, porque ‘aquí ya discutimos lo del matrimonio gay y nos opusimos, por tanto, ellos no pueden entrar aquí’, declaraciones que generaron repudio en sectores populares, políticos e internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
A la protesta de los estudiantes este jueves se sumó la de los miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) de Panamá, quienes con banderas y pancartas en mano cerraron la populosa Cinta Costera, lo cual generó un caos vehicular.
En declaraciones recientes a la prensa, el excandidato presidencial y líder de Suntracs, Sául Méndez, dijo que las reformas constitucionales ‘son un parche que en nada beneficia a la mayoría de la población, en este país dominado por el poder económico y no por el pueblo’.
Como resultado de las protestas de ayer, matizadas por la represión policial y hechos violentos como la irrupción en la sede del PRD, fueron aprehendidas unas 54 personas, entre ellas 11 extranjeros, que en la madrugada de este jueves fueron liberadas y puestas a disposición de la justicia comunitaria.
Entre los detenidos figuraron universitarios, profesores, miembros de la comunidad LGBTIQ+, activistas de derechos humanos y políticos, entre otros, quienes en algunos casos expresaron que continuarán la lucha hasta que se eliminen las reformas aprobadas por el Parlamento y propuestas por la Concertación Nacional.
En conferencia de prensa, este grupo integrado por 23 miembros de diferentes sectores, llamó a la calma y pidió un consenso durante el debate de la segunda legislatura que inicia en enero.
Las protestas de los estudiantes ocurren luego de una semana de manifestaciones de diversos estratos de la ciudadanía, quienes expresan que el futuro de Panamá depende de cambios profundos, en algunos casos a través del paquete de reformas, y en los menos optimistas, de una nueva carta magna como única vía para la transformación deseada.